Sustentabilidad en la práctica
Protección y economía en el proceso de pintura de los automóviles
La industria automotriz viene innovando su modo de protección para ofrecer vehículos más modernos y de forma sustentable. Entre las diversas soluciones que BASF ofrece para colaborar con el desarrollo del sector, está Cathoguard®, revestimiento de e-coat para la protección de alta calidad contra la corrosión utilizada durante la cataforesis, proceso realizado ante de pintar las piezas metálicas.
El Cathoguard revierte la carrocería de forma más uniforme con menor espesura que otras tecnologías, ayuda a economizar material, costos y tiempo de las fábricas. Además del ahorro de un 25% en materiales, el producto es producido sin materiales pesados, libre de estaño, plomo y menos del 1% de solventes, garantizando la ecoeficiencia del proceso.
Este es el modo Y de BASF, que une productividad y sustentabilidad. Su propósito es crear química para un futuro sostenible y contribuir para un mundo que ofrezca más calidad de vida para todos.
En la cataforesis, la latonería del vehículo es sumergida en un tanque con e-coat conectado a un sistema de corriente eléctrica. Este proceso es realizado para garantizar que todas las piezas de carrocería reciban el producto para garantizar la protección del metal. Las tecnologías de revestimiento tradicionales están compuestas de metales pesados ??y alta concentración de solventes, que ya no cumplen con la legislación ambiental actual y los requisitos de la industria automotriz.
No es de extrañar que Cathoguard® sea el producto más utilizado por la industria automotiva. E-coat de BASF contribuye para una mayor durabilidad de millones de vehículos, permitiendo la acción eficiente del material.
Por su eficacia, Cathoguard® reduce en hasta un 20% las capas de pintura durante el proceso de cataforesis. “Buscando volver más saludable el proceso de fabricación de los vehículos, las grandes fábricas optan cada vez más por e-coat de BASF de generación ecoeficiente, pues reúne todos los beneficios ambientales y económicos que la industria automotiva procura implementar”, explica Marcos Fernandes, directos de la división de Pinturas Automotrices de BASF para América del Sur.
Esa tecnología es adecuada para el Proceso Integrado de Pintura, desarrollado por BASF, y que dispensa la aplicación del primer. Un estudio realizado en la producción automotiva en la fábrica del Grupo BMW en Múnich, Alemania, demostró que, al eliminar un paso en el proceso de pintura, hubo una reducción en el consumo de energía y de emisión de 12 000 toneladas de CO2 por año. De este modo, los automóviles de esta fábrica llegan a andar los primeros 420 kilómetros con una huella de carbono cero. Además de eso, el proceso economiza una cantidad de energía que sería suficiente para que 250 000 moradores de Múnich laven una maleta de ropa toda la semana.
Esta solución también está disponible en Brasil y ha beneficiado a grandes fábricas en temas de sustentabilidad. BASF posee un laboratorio de cataforesis con especialistas disponibles para asistencia técnica a estudios técnicos de automoción y estudios químicos y fotoquímicos de tecnologías que componen el portafolio de la compañía.