Sustentabilidad en la Práctica

Cero Desperdicio: sustentabilidad e innovación en la gestión de residuos

La correcta eliminación de los residuos sólidos es uno de los factores determinantes para que los modelos de consumo y producción industriales sean más sustentables. Según la ONU, cada año se generan en el mundo 2.000 millones de toneladas de residuos sólidos, pero el 33% no se gestiona adecuadamente. La cantidad equivale a un camión de basura lleno de plástico que se vierte en el océano a cada minuto.

La mayor parte de estos residuos los genera la industria. Consciente de este problema y de su rol en la búsqueda de un futuro más sustentable, BASF ha puesto en marcha el programa Cero Desperdicio. Con esta iniciativa, la empresa pretende eliminar el hecho de que los residuos de sus unidades de Brasil terminen en vertederos.

Esta preocupación no es nueva. En 2015, el Complejo Industrial de Pinturas y Barnices de BASF, ubicado en São Bernardo do Campo (SP), fue el primero en implementar prácticas para alcanzar este objetivo. Desde el papel para secarse las manos en el baño hasta la correcta eliminación de los lodos de la planta de tratamiento de efluentes, todo estaba pensado para que la unidad pudiera alcanzar la importante tasa de reciclaje del 98,8% en 2020. Durante este periodo, unas 12.000 toneladas de residuos dejaron de ir a vertederos industriales.

Actualmente, cinco de las ocho unidades de producción del país han conseguido la meta de Cero Desperdicio, priorizando la gestión sustentable de la producción y la eliminación, y presentando soluciones innovadoras para la comunidad local, empleados y consumidores. Además de la planta de São Bernardo do Campo, Cero Desperdicio ya está en funcionamiento en las plantas de producción de Indaiatuba (SP), Jaboatão dos Guararapes (PE), Jacareí (SP) y Camaçari (BA). Las dos últimas se incorporaron al programa en 2022 y, gracias a ello, anualmente más de 1.150 toneladas de desechos ya no terminan en vertederos industriales.

“Estamos muy interesados por invertir en programas relacionados con la economía circular. La reutilización de los recursos naturales es algo que la sociedad y las empresas deben aprender a practicar más a menudo y nosotros llevamos muchos años allanando el camino. Es posible pensar en alternativas para utilizar los residuos de forma diferente al simple descarte", explica Patrick Silva, del Cluster Sites Multi-BU & Servicios Industriales para BASF América del Sur.

El Complejo Acrílico de Camaçari también es Cero Desperdicio

El Complejo Acrílico de BASF en Bahía alcanzó este importante hito a finales de 2022, cuando envió 688 toneladas de residuos a vertederos externos. Ahora, todos los desechos industriales, sanitarios y orgánicos producidos en la planta tienen un destino con menor impacto ambiental.

Junto con cooperativas y proveedores locales, BASF realizó estudios y trazó un mapa de oportunidades para determinar cómo podían reutilizarse estos materiales de forma más sustentable. Como resultado, los residuos de la construcción se envían a reciclar, los residuos orgánicos de los comedores se transforman en compost y los residuos industriales se convierten en combustible para las cementeras.

"Es una gran satisfacción alcanzar este objetivo. Nuestra meta es ser cada vez más sustentables en todos nuestros procesos, buscando oportunidades para que la producción tenga un menor impacto en el medio ambiente y en las regiones donde operamos", explica la directora Industrial del Complejo Acrílico de BASF en Camaçari, en el estado de Bahía, Tania Oberding. Gracias a esta iniciativa, más de 650 toneladas de residuos al año dejan de ir a los vertederos de la región.

Jacareí va en la misma dirección

Con el objetivo de reducir el impacto ambiental de todos los residuos generados en la planta de Jacareí, BASF también inició el programa Cero Desperdicio en enero de 2022. Así, se evitó el descarte de más de 500 toneladas de residuos al año en la región. Históricamente, el 20,9% de los residuos de la unidad terminaban en el vertedero. Desde el inicio del programa, la empresa ha desarrollado soluciones que han contribuido a reducir este porcentaje a cero en tan solo unos meses.

Gracias a la conservación de los recursos, la reutilización, el reciclaje y la recuperación responsable de productos, envases y materiales, sin quemarlos ni tirarlos al suelo, la planta de Jacareí ya cumple totalmente la normativa de Cero Desperdicio. La mayoría de sus residuos se convierten en insumos que se reutilizan en la cadena. Los desechos de la construcción, por ejemplo, se reciclan para ser usados en obras internas o externas cuando se donan a empresas asociadas.

Pero, ¿por qué los vertederos no son una opción sustentable para eliminar los residuos?

Desde el punto de vista ambiental, aunque los vertederos industriales ayudan a reducir las consecuencias de la eliminación inadecuada -como la contaminación del agua y el suelo-, el impacto de esta iniciativa sigue siendo bajo en comparación con otras acciones. Dado que en la última década ha evolucionado la forma de gestionar los residuos, actualmente muchas organizaciones buscan otras formas de reutilizar sus desechos.

Esto se debe en gran medida a la legislación ambiental de Brasil - especialmente la Política Nacional de Residuos Sólidos (PNRS) y a la popularización de los sistemas de gestión ambiental - a través de la norma internacional ISO 14001 -, que ha impulsado el sentido de responsabilidad ambiental en las empresas. La Política Nacional de Residuos Sólidos (PNRS) está en vigor en el país desde 2010 y es una de las principales directrices nacionales referente a un modelo de gestión de residuos sólidos para las empresas.

Siempre en conformidad con la ley, también se propone aportar nuevos enfoques a la gestión medioambiental, centrándose en el desarrollo de estrategias sustentables como la logística inversa y la circularidad de los materiales reciclados. 

La jerarquía de gestión de residuos es una de las formas de regulación que la ley establece para las empresas. El objetivo de este orden de prioridad en las actividades de gestión de residuos sólidos es promover el aprovechamiento de los recursos presentes en los residuos: no generación, reducción, reutilización, reciclaje, valorización energética, eliminación y disposición final ambientalmente adecuada.

Para asegurarse de que todos los procesos se aplican éticamente, se realizan periódicamente auditorías de seguridad y medio ambiente en las empresas que procesan los residuos de BASF, para mantener los estándares ambientales.  

BASF también ha adoptado el sistema de gestión Responsible Care®, un compromiso voluntario de la industria química mundial con la mejora continua de la seguridad, la salud y el medio ambiente. De este modo, todas las iniciativas se someten a una evaluación del rendimiento empresarial para poder aplicar mejoras, sea en la eliminación, la reducción o la educación. De ahí el compromiso de evaluar periódicamente estos procesos.

Cada unidad de producción de BASF cuenta con un Plan de Gestión de Residuos Sólidos (PGRS) normalizado y definido de acuerdo con la legislación ambiental. Los PGRS incluyen procedimientos medioambientales específicos para la manipulación, el tratamiento y la eliminación adecuada de los residuos, así como inventarios de las cantidades anuales generadas. También contemplan prácticas de reciclaje y recolección selectiva.

"Los residuos sólo se eliminan en vertederos autorizados en los que no se prevé ningún impacto negativo para la salud humana o el medio ambiente", afirma Patrick. El director también dice que, en estos casos, los residuos deben segregarse y manipularse de forma que aplique la jerarquía de gestión de residuos.

Para poner en práctica el programa Cero Desperdicio, BASF empezó a buscar empresas asociadas y proveedores que eliminaran sus residuos de formas alternativas. Se crearon conceptos y clasificaciones para estos nuevos procesos. Esta actitud es importante para que los residuos tengan un destino más noble y no prolonguen su ciclo de vida de forma inútil.

El Modo Y

En el día a día siempre surgen retos. Pero en BASF sabemos que podemos combinarlos con oportunidades. Este es el Modo Y. Cero Desperdicio es una forma de mantener nuestra producción Y promover un ecosistema más sano; de aprovechar las oportunidades económicas Y aportar bienestar social Y beneficios medioambientales, especialmente en los lugares donde operamos; de cumplir objetivos de sustentabilidad Y buscar soluciones innovadoras Y creativas para convertir los residuos en recursos valiosos.

Objetivos de sustentabilidad y Objetivos de Desarrollo Sustentable

El programa Cero Desperdicio está alineado con los objetivos de sustentabilidad de BASF, que pretenden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 25% para 2030 y alcanzar las emisiones netas cero para 2050, con inversiones de 4.000 millones de euros previstas para 2030. La iniciativa se asocia con los esfuerzos de BASF por hacer una química más sustentable, ya que se compromete a promover la economía circular y a buscar alternativas para el uso responsable de los residuos.  

Además de la iniciativa Cero Desperdicio, la empresa está implementando proyectos como el programa Triple E (Excelencia en Eficiencia Energética) para mejorar la eficiencia energética y aumentar la competitividad. De 2021 a 2022, en Brasil, hubo una caída del 2,8% en el volumen de energía eléctrica producida, con una reducción del 35% en las emisiones de CO2, debido principalmente a la adquisición de I-RECs. Estas acciones destacan el compromiso de BASF con la sustentabilidad y la reducción de los impactos ambientales en sus operaciones.

Así, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sustentable de la ONU, podemos decir que este proyecto incide directamente en los siguientes objetivos:

ODS 6: Agua potable y saneamiento - Garantizar la disponibilidad y la gestión sustentable del agua potable y el saneamiento para todos.

ODS 11: Ciudades y comunidades sustentables - ciudades y comunidades más inclusivas, seguras, resilientes y sustentables.

ODS 12: Consumo y producción responsables - Garantizar pautas de consumo y producción sustentables.

ODS 13: Acción contra el cambio climático global - Tome medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus impactos.

ODS 15: Vida terrestre - Proteger, restaurar y promover el uso sustentable de los ecosistemas terrestres, gestionar de forma sustentable los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación del suelo y frenar la pérdida de biodiversidad.