Higiene personal al servicio de la sustentabilidad
Higiene personal al servicio de la sustentabilidad
Desafío
Con consumidores en busca de productos de belleza más sustentables, el sector de cosméticos necesita conocer cada vez más a su público para posicionar sus marcas y productos de manera más adecuada a las demandas actuales. Este apoyo, a menudo, debe venir de fuera de la organización, con empresas especializadas en Sustentabilidad, como la consultoría Fundación Eco+, mantenida por BASF desde 2005.
La naturaleza que viste y que cuida
La industria de la belleza, antes un reino de glamour y promesas estéticas, se encuentra en medio de una verdadera revolución verde. El consumidor, más consciente que nunca, no se contenta solo con la belleza superficial. Exige productos efectivos, sí, pero también alineados con sus valores éticos y ambientales. Es la era del consumidor-ciudadano, que deposita un voto de confianza con su billetera e impone un nuevo conjunto de reglas para el juego de la belleza.
Según la investigación de Nielsen, “The Evolution of the Sustainability Mindset”, el 66% de los consumidores globales están dispuestos a pagar más por productos de empresas sustentables, un número que aumenta al 71% entre los millennials, la generación de personas nacidas entre 1981 y 1996. Otro informe, titulado “Green Cosmetics Market Size: Global Forecasts to 2029”, publicado por GlobeNewswire, prevé un crecimiento significativo de este sector en los próximos años.
De acuerdo con el informe, diversos factores están impulsando este crecimiento, incluyendo cambios en las preferencias del consumidor hacia productos naturales y orgánicos, preocupaciones sobre el impacto ambiental y una creciente concientización sobre los efectos nocivos de ciertos ingredientes presentes en los cosméticos convencionales.
Las previsiones indican que el mercado global de cosméticos verdes continuará expandiéndose, alcanzando nuevos niveles hasta el año 2029. Este crecimiento es impulsado no solo por la demanda del consumidor, sino también por la creciente inversión en investigación y desarrollo de productos sustentables por parte de las empresas del sector.
Además, el estudio destaca la creciente popularidad de los cosméticos verdes en mercados emergentes, como Asia-Pacífico y América Latina, donde la concientización ambiental está ganando protagonismo y los consumidores están cada vez más interesados en productos que promuevan un estilo de vida saludable y sostenible.
La presión por la transparencia en este sector es enorme. La etiqueta “natural” ya no es suficiente. Los consumidores, equipados con smartphones y aplicaciones de análisis de productos, como Yuka y Think Dirty, quieren saber el origen de los ingredientes, los impactos socioambientales de la producción y si la empresa realiza pruebas en animales.
La sustentabilidad, antes un diferencial, ahora es un requisito previo. Envases ecoamigables, ingredientes orgánicos y trazables, producción local y reducción de la huella de carbono son solo el punto de partida. Acciones que antes se veían como “greenwashing” son fácilmente desenmascaradas, y la reputación de la marca puede ser arruinada con un solo tweet viral.
La industria, por su parte, necesita adaptarse a esta nueva realidad. Gigantes del sector, como Unilever y L'Oréal, invierten en programas de agricultura sustentable, envases biodegradables y líneas de productos veganos. Pequeñas marcas, con propuestas innovadoras y transparentes, conquistan espacio en las estanterías y en el corazón de los consumidores.
La búsqueda de ingredientes naturales y procesos biotecnológicos sostenibles impulsa la innovación. La biotecnología, por ejemplo, surge como una aliada poderosa, permitiendo la creación de ingredientes efectivos y sustentables a partir de fuentes renovables, reduciendo la presión sobre la biodiversidad.
Esta ola de consumo consciente, en sinergia con la era digital, amplifica el poder de la voz del consumidor. Las redes sociales se convierten en verdaderas arenas de debate, donde las marcas son elogiadas o expuestas por sus prácticas. Una sola publicación viral puede catapultar a una marca al éxito o causar un verdadero desastre en relaciones públicas.
La etiqueta #crueltyfree, por ejemplo, acumula millones de publicaciones en Instagram, evidenciando la fuerza del movimiento contra las pruebas en animales. Los consumidores, cada vez más comprometidos, participan activamente en debates en línea, presionando por cambios e influyendo en las decisiones de compra de sus pares.
En este contexto, la autenticidad y la transparencia son monedas valiosas de cambio en este mercado. Las marcas que se esconden detrás de discursos vacíos o greenwashing son rápidamente desenmascaradas. La Generación Z (nacidos a partir de 1995), en particular, demuestra una sensibilidad aguda hacia cuestiones de sustentabilidad y justicia social, buscando marcas que reflejen sus valores y con las que puedan identificarse.
La demanda de productos personalizados y multifuncionales, que minimicen el impacto ambiental y satisfagan las necesidades específicas de cada individuo, también está moldeando el mercado. La era del consumo desenfrenado de productos desechables está llegando a su fin.
La ascensión de la belleza limpia, con un enfoque en ingredientes seguros, efectivos y de origen ético, es un reflejo de este cambio. Los consumidores buscan información clara y concisa sobre la composición de los productos, privilegiando marcas que adoptan listas de ingredientes reducidas y libres de sustancias controversiales.
La sustentabilidad, antes un departamento aislado, se convierte en parte integral de la estrategia de las empresas. Las marcas que desean prosperar en este nuevo escenario necesitan incorporar la sustentabilidad en su ADN, desde la elección de proveedores hasta el desarrollo de envases innovadores y procesos de producción circular.
El camino hacia una industria de la belleza más sustentable y ética está en marcha. La belleza del futuro será, inevitablemente, un reflejo de la conciencia y los valores de una nueva generación de consumidores, que exigen productos y prácticas que reflejen un futuro más hermoso y sustentable para todos.
Conócete a ti mismo
Pero ¿qué hace que un cosmético sea sustentable? No basta con utilizar ingredientes inspirados en la naturaleza. Es necesario considerar toda la cadena productiva, incluyendo la formulación, los envases, las responsabilidades socioambientales y la logística, desde el laboratorio de I+D hasta la entrega al cliente.
En Brasil, no hay una legislación específica para clasificar un producto o fórmula como natural, orgánico o sustentable. Sin embargo, a nivel internacional, existen iniciativas como el referente europeo COSMOS y el estándar ISO 16128, que establecen criterios para definir un cosmético como natural u orgánico.
Además, existen movimientos y otros sellos que evalúan el impacto socioambiental de las empresas, considerando aspectos como equidad, bienestar social e impacto en la comunidad local, o incluso para envases, con sellos que certifican la logística inversa de envases posconsumo mediante la compensación ambiental.
“Muchas empresas buscan reportar sus esfuerzos con referencias a regulaciones y acuerdos internacionales de sustentabilidad. Un ejemplo es el Protocolo de Nagoya, que establece reglas internacionales para el uso y la repartición de beneficios del uso económico de recursos genéticos de la biodiversidad, como plantas, animales, microorganismos e incluso conocimientos de comunidades tradicionales”, afirma Ana Paula Almeida, Analista de Sustentabilidad de la Fundación Eco+.
La ratificación del Protocolo de Nagoya es muy importante para el sector, ya que está cada vez más dedicado a las tendencias de producciones más sustentables, con formulaciones naturales provenientes de la biodiversidad, por ejemplo. La industria depende de la diversidad genética y de la variedad de especies para la elaboración de sus formulaciones, y el cumplimiento del Protocolo ayuda a reducir el riesgo de pérdida o disminución de la biodiversidad, crea barreras a la apropiación del patrimonio genético de un país por otro, además de establecer la repartición de beneficios como forma de reconocer y remunerar a las comunidades poseedoras de conocimientos tradicionales asociados.
A medida que el mercado de cosméticos verdes continúa evolucionando, se espera que las empresas del sector adopten prácticas más sustentables en todas las etapas de la cadena de producción, desde la obtención de ingredientes hasta el embalaje y la distribución de los productos. Esto no solo atenderá a las demandas de los consumidores, sino que también contribuirá a la preservación del medio ambiente a largo plazo.
La búsqueda de un estilo de vida más sustentable se ha convertido en una prioridad para muchas personas en todo el mundo, reflejándose también en las elecciones relacionadas con la belleza. La creciente concientización sobre los impactos ambientales generados por la industria ha llevado a los consumidores a buscar alternativas más éticas y sostenibles, como la belleza sustentable.
Entre los elementos clave para una industria de belleza sustentable, se pueden destacar:
- Respeto ambiental
La belleza sustentable aboga por el respeto a la naturaleza, promoviendo prácticas que minimicen la explotación de recursos naturales, reduzcan las emisiones de carbono y eviten la eliminación inadecuada de residuos. Esto implica la elección cuidadosa de ingredientes, envases ecoamigables y métodos de producción de bajo impacto ambiental.
- Ética en la producción
La ética en la producción de productos de belleza sustentables abarca cuestiones como condiciones de trabajo justas, prohibición de pruebas en animales y transparencia en toda la cadena de suministro.
Las marcas comprometidas con la ética garantizan que cada etapa del proceso de fabricación se realice de manera justa y responsable.
- Consumo consciente
La promoción del consumo consciente es una pieza fundamental del concepto de belleza sustentable. Esto implica incentivar a los consumidores a hacer elecciones informadas, optando por productos de calidad, duraderos y alineados con sus valores éticos y ambientales.
La idea es alejarse del consumismo desenfrenado y adoptar un enfoque más minimalista.
- Innovación responsable
La búsqueda de soluciones innovadoras es una característica destacada de la belleza sustentable. Esto incluye el desarrollo de nuevas tecnologías, ingredientes sustentables y envases innovadores que reducen el impacto ambiental.
La innovación responsable tiene como objetivo mejorar la eficacia de los productos mientras mantiene un compromiso con la sostenibilidad.
- Transparencia y educación
Las marcas comprometidas con la belleza sustentable priorizan la transparencia, proporcionando información detallada sobre sus procesos de producción, ingredientes y prácticas éticas. Además, muchas buscan educar a los consumidores sobre la importancia de la sustentabilidad en la industria de la belleza, capacitándolos para tomar decisiones conscientes.
- Promoción de la biodiversidad
La belleza sustentable reconoce la importancia de la biodiversidad y busca preservar ecosistemas naturales. Esto se refleja en la elección de ingredientes que no perjudican la flora y la fauna, así como en iniciativas de conservación y apoyo a comunidades locales.
- Circularidad y reciclaje
La adopción de prácticas circulares, como el reciclaje de envases y la promoción de sistemas de recarga, es una estrategia esencial para reducir el desperdicio en la industria de la belleza. Las marcas sustentables buscan cerrar el ciclo de vida de sus productos, fomentando el reciclaje y la reutilización.
- Uso intensivo de recursos naturales
La producción de cosméticos a menudo requiere una variedad de ingredientes, muchos de los cuales dependen del uso intensivo de recursos naturales, como agua, tierra y energía. El cultivo y la extracción de estos ingredientes pueden llevar a la degradación del suelo, agotamiento de recursos hídricos y emisiones de gases de efecto invernadero.
- Contaminación del suelo y el agua
La utilización de ciertos ingredientes químicos en la producción de productos de belleza puede resultar en la contaminación del suelo y del agua. Estos productos, cuando son desechados de manera inadecuada, pueden contaminar ríos, lagos y acuíferos, perjudicando ecosistemas acuáticos y, potencialmente, afectando la salud humana.
- Empaques excesivos y no sustentables
La industria de la belleza es conocida por el uso excesivo de envases, a menudo hechos de plástico no reciclable. Los envases desechables y poco sostenibles contribuyen significativamente al problema global de los residuos plásticos, causando impactos ambientales severos, especialmente en los océanos.
- Testeos en animales
Aunque esta práctica ha disminuido significativamente en muchas partes del mundo, todavía hay empresas que realizan pruebas en animales para garantizar la seguridad de sus productos. Esto plantea cuestiones éticas y resulta en sufrimiento innecesario para los animales involucrados.
- Desperdicio de productos
La rápida rotación de productos en la industria de la belleza contribuye al desperdicio, ya que muchos consumidores a menudo desechan productos aún utilizables en busca de novedades. Esto no solo genera más residuos, sino que también aumenta la huella de carbono asociada a la producción y transporte constantes de nuevos productos.
- Emisiones de carbono
La fabricación y el transporte de productos de belleza a menudo implican emisiones significativas de carbono. Esto ocurre especialmente cuando los ingredientes se cultivan en lugares lejanos, lo que resulta en grandes huellas de carbono asociadas al transporte global.
“Este sector ha estado mirando cada vez más hacia la economía regenerativa, que propone el uso de recursos naturales de manera consciente y responsable, de modo que nuevos productos y servicios no solo no causen daños al planeta y a las personas, sino que apoyen en la generación de impactos sociales y ambientales positivos. Brasil y otros países de América del Sur, como Colombia y Perú, se destacan por la mega biodiversidad de la región amazónica, que permite la extracción responsable de activos naturales para la producción de cosméticos y productos de higiene personal, dado que la demanda por productos naturales y sustentables ha impulsado la búsqueda de ingredientes originarios de la región”, explica Ana Paula Almeida.
Figura 1 - Resumen de las principales tendencias de sustentabilidad en el sector de higiene personal, perfumería y cosméticos. Crédito: Fundación Eco+.
“Clean beauty” como un camino posible
La confusión del público ante términos como 'vegano', 'sustentable' y 'orgánico', sumada a los altos costos de certificaciones, ha abierto espacio para el movimiento 'clean beauty' o 'belleza limpia'.
Esta categoría incentiva el uso de materias primas menos nocivas, libres de toxinas e ingredientes controversiales, combinando alternativas naturales con ingredientes sintéticos seguros.
Con potencial para alcanzar 22 mil millones de dólares en ventas globales hasta 2024, según Statista, el movimiento ya atrae a grandes minoristas como Sephora, que lanzó el sello 'Clean at Sephora' para destacar marcas que siguen esta propuesta.
Desafíos de la industria
Atender a la creciente demanda de productos 'clean beauty' presenta un desafío significativo para los desarrolladores, principalmente por el alto costo de las materias primas orgánicas y naturales.
Aunque los consumidores están dispuestos a pagar más por productos naturales, crear fórmulas tecnológicamente avanzadas, con un rendimiento equivalente o superior a las convencionales, manteniendo la estabilidad y precios competitivos, exige un gran esfuerzo.
El gran desafío radica en equilibrar costos, democratizar el acceso a estas fórmulas y satisfacer las expectativas, especialmente de las nuevas generaciones, que buscan productos sustentables y efectivos.
En este escenario en constante evolución, la industria y las marcas tienen la responsabilidad de educar al público con transparencia, yendo más allá de la simple oferta de productos sustentables. Es crucial proporcionar información clara y accesible, empoderando a los consumidores para que tomen decisiones conscientes.
En Argentina, una industria casi centenaria comprendió que es necesario mantenerse en constante sintonía con los anhelos y deseos de los consumidores y, en asociación con la Fundación Eco+, realizó análisis que contribuyeron a un mejor diagnóstico para guiar a la empresa en este mercado en transformación.
Comprender para transformar: cómo la Fundación Eco+ apoyó a Laboratorios Andrómaco en su camino hacia la sustentabilidad
Laboratorios Andrómaco, fundada en 1926, celebra casi un siglo de historia como una empresa farmacéutica argentina líder en el desarrollo y comercialización de productos dedicados a la salud de la mujer. Su compromiso con la innovación y la calidad le ha permitido consolidarse como una referencia en el mercado latinoamericano, expandiendo su presencia a diversos países de la región.
Cuenta con más de 600 colaboradores distribuidos en América del Sur en oficinas, unidades productivas, laboratorios y personal cercano a profesionales de la salud. En su país de origen, la farmacéutica ocupa la primera posición en ventas en la categoría de cuidado de la piel y terapia. Un tercio de los productos adquiridos en farmacias pertenece a Laboratorios Andrómaco.
La trayectoria de la marca está marcada por el pionerismo, ya que es la primera empresa en introducir en Argentina productos como los anticonceptivos orales, que revolucionaron la planificación familiar y la salud femenina; productos para terapia hormonal de la menopausia, que proporcionan bienestar y calidad de vida a las mujeres en esta etapa de la vida; y preservativos, que contribuyen a la salud sexual y reproductiva de la población.
La empresa trabaja con productos que abarcan diferentes necesidades de la mujer a lo largo de su vida. En el área de la salud sexual y reproductiva, ofrece anticonceptivos, preservativos, lubricantes íntimos y productos para el tratamiento de disfunciones sexuales. En ginecología, ofrece medicamentos para el tratamiento de infecciones vaginales, cólicos menstruales y otros problemas ginecológicos. Para la menopausia, la empresa dispone de terapia hormonal y productos para el alivio de los síntomas. Además, Andrómaco también ofrece dermocosméticos, productos para el cuidado de la piel, el cabello y las uñas.
Consciente de su papel en la sociedad, Andrómaco ha intensificado sus prácticas sustentables en los últimos años. La empresa ha implementado acciones como el uso racional de recursos naturales, con la reducción del consumo de agua y energía en sus plantas industriales; la gestión de residuos, con programas de recolección y disposición adecuada de residuos industriales y de envases; la utilización de materiales reciclados y reciclables en sus envases; y el apoyo a proyectos sociales, con iniciativas que promueven la salud y el bienestar de las mujeres en comunidades vulnerables.
Para seguir innovando hacia un futuro más sustentable, Laboratorios Andrómaco se unió a la Fundación Eco+ para identificar los posibles puntos de transformación y así, aportar más sustentabilidad a su cadena de valor.
La Fundación Eco+, consultoría de sustentabilidad para América del Sur creada y mantenida desde 2005 por BASF, desarrolla proyectos personalizados para empresas en diferentes etapas de madurez en el desarrollo sostenible.
La Fundación Eco+ se centró en la empresa, a partir de estudios de diagnóstico sobre la percepción y la materialidad de la sustentabilidad en las formulaciones de productos para el cuidado de la piel y el cabello. Así, fue posible asegurar el alineamiento entre las acciones prácticas y las expectativas del estudio.
Se llevaron a cabo seis etapas de diagnóstico considerando aspectos internos y externos de la empresa, las características del negocio, las tendencias del sector de cuidados personales y la realidad de Argentina. Se consultaron más de 500 partes interesadas, entre clientes, colaboradores, proveedores y consumidores finales, lo que permitió realizar un levantamiento de temas de sustentabilidad aplicables a cada público de Andrómaco, separados en subtemas ambientales, sociales, empresariales y de productos.
A través de los temas clasificados, fue posible proporcionar directrices y proyecciones sobre la relevancia interna y externa, orientando así hacia una gestión estratégica sostenible. En la fase final del proyecto, se entregaron materiales e informes que respaldarán los planes de acción futuros de Andrómaco.
“El diferencial de este estudio fue el enfoque en el desarrollo sustentable de las formulaciones de los productos del Laboratorio Andrómaco. Al fin y al cabo, cambiar la fórmula es mucho más complejo que cambiar solo el envase de los cosméticos. Dado que la composición tiene numerosos ingredientes que impactan todo el proceso productivo y la calidad del producto final”, concluye Ana.