Sustentabilidad en la práctica
Seguridad y sustentabilidad en el campo
Mundialmente, el sector agrícola es desafiado a aumentar la producción de alimentos con más calidad y seguridad. El uso de equipo de protección individual (EPI) para los trabajadores rurales es indispensable para alcanzar esta meta. Para que los agricultores tengan acceso a estos equipos, BASF, en asociación con la empresa ARZ, ofrece el Programa EPI hace 20 años. Los números muestran la importancia de la iniciativa: ya son más de 1,3 millones de kits comercializados.
El programa aumenta la oferta y el uso de equipos de protección individual para la aplicación de soluciones fitosanitarias. Además de la comercialización de kits exclusivos de EPI, BASF patrocina el transporte de estos hasta el punto de venta y realiza acciones educativas y de comunicación para concientizar sobre la importancia del uso correcto de los equipos para la seguridad de los aplicadores y del medio ambiente. Cerca de 700 000 personas ya recibieron entrenamientos em todo el país en dos décadas.
Con propiedades en la región de Camaquã (RS - Brasil), el agricultor Roberto Jaeger participó de los entrenamientos ofrecidos por BASF en 2017 y 2018. El cuenta que los seminarios y reuniones periódicas del Programa EPI de BASF traen informaciones relevantes para la seguridad del aplicador y para una agricultura cada vez más sustentable. "Actualmente, tenemos 14 colaboradores y cuatro trabajan con la aplicación de defensivos agrícolas. Creo en la importacia de la renovación de las informaciones. Los trabajadores también se sienten valorados porque reciben entrenamientos diferenciados para el manejo correcto de los productos”, concluye Jaeger.
Durante el entrenamiento promovido por BASF son abordados diferentes puntos referentes al uso y también sobre el descarte correcto de los equipos de protección individual. Las vestimentas de protección tienen una vida útil definida por su fabricante, lo que es aproximadamente igual a 30 lavadas. Después del límite de utilización, todo debe ser lavado, inutilizado y puede ser descartado como desecho común.
Los equipos comercializados con envoltura de BASF tienen el sello de calidad del IAC – Instituto Agronómico de Campinas. “El sello significa que la vestimenta fue probada en el laboratorio del IAC”, explica Hamilton Ramos, coordinador del programa QUEPIA (Qualidade em Equipamentos de Proteção Individual).
El proyecto fue creado para estudiar los equipos de protección individual y ayudar a los fabricantes a mejorar sus productos. “Los agricultores son impactados por QUEPIA sin ellos saber. Estimamos que hoy, las empresas socias son responsables aproximadamente del 70% de las vestimentas de protección para la aplicación de pesticidas comercializados en Brasil”, resalta Hamilton. Para mantener el EPI de forma correcta es preciso lavar todo el material separado de ropas comunes, en un lugar específico y adecuado con la utilización de jabón neutro y agua abundante.
Para Maurício Fernandes, gerente de Stewardship y Sustentabilidad de BASF, la empresa construyó una base fuerte de conocimiento tecnológico a lo largo de los años. “Reunimos una amplia red de especialistas y socios para aumentar la concientización del uso correcto de los EPI por agricultores y aplicadores, fomentar la capacitación profesional, tener más seguridad y confort térmico en la aplicación de productos en los cultivos”, finaliza Maurício.
Las buenas prácticas agrícolas son esenciales para el aumento de la producción de alimentos con más seguridad y calidad. Entre ellas, el equipo de protección individual se vuelve un aspecto de extrema importancia dentro de los conceptos que contribuyen de forma decisiva para la calidad de vida en el campo.