trinamiX se trata de tecnologías de detección innovadoras

El Dr. Ingmar Bruder, entonces físico de BASF, estaba estudiando células solares orgánicas en 2010. Estas células usaban compuestos orgánicos en lugar de silicio cristalino. Los colorantes de estos compuestos convierten la luz solar en energía eléctrica. Sin embargo, algunas de las células fotovoltaicas mostraron un comportamiento inesperado: A pesar de que se incrementó la cantidad de luz, no produjeron la cantidad adicional correspondiente de electricidad. El efecto fue absolutamente mínimo, pero el equipo quería comprender el origen de este comportamiento. Fue entonces cuando el equipo tuvo por primera vez la idea de hacer un buen uso de esta propiedad del material: para la medición 3D. La idea era que las distancias se pudieran "medir" a partir de perfiles de haz específicos.

Bruder no podía sacarse esta idea de la cabeza y, junto con un puñado de personas entusiasmadas, trabajó en el desarrollo de un prototipo de cámara 3D: pesaba más de 100 kilogramos, pero funcionaba perfectamente. Nació la primera cámara 3D basada en el nuevo concepto de medición, que permite la visión 3D con un solo ojo.

Los pioneros de BASF también se enorgullecen de que en 2015 se emitiera una patente integral para la tecnología. Casi al mismo tiempo, BASF fundó su subsidiaria de propiedad absoluta con sede en Ludwigshafen.  En 2016, trinamiX integró una nueva área de negocio: sensores infrarrojos. 

Hoy, la empresa ha crecido hasta dar empleo a más de 140 personas:  Ingenieros, expertos en electrónica, especialistas en IT. Todos forman parte del equipo creativo, que constantemente desarrolla nuevas innovaciones. En el área de imágenes 3D, el equipo logró convertir una cámara estándar y un proyector de luz en un sistema de imágenes robusto y poderoso con un novedoso conjunto de características que permiten la interacción inteligente entre humanos y máquinas. También hará que la autenticación facial para teléfonos inteligentes o pagos móviles sea más fácil y segura.